Parece que las heridas
incorpóreas sean
las más dolorosas. Aunque
las mías
no entienden
de piel,
ni lógica,
ni preferencias.
Perpetuamente me encuentran
allá dónde voy.
Para qué está la piel,
si no es para lucir cicatrices.
Para qué existen las cicatrices
si no son como amantes de
los que todo el mundo
presume
a escondidas.
Veo una gran inventiva a la hora de tejer los versos. Algo común en muchos de tus poemas.
ResponderEliminarSólo a alguien como tú se le ocurriría usar la palabra 'tejer' en este contexto.
Eliminarte olvidas de las otras cicatrices. las que están bajo la piel.
ResponderEliminarCuando decía 'heridas incorpóreas' me refería de hecho a las que tú nombras :)
Eliminarfallo mío ;)
EliminarY algún día te miras a los ojos frente al espejo y te bastan sólo cinco segundos para divisar todas las cicatrices, mezcladas con los bosques y los mares y las lunas llenas.
ResponderEliminarCómo se agradecen tus comentarios siempre tan poéticos y llenos de reflexiones, de verdad RH.
EliminarSaludos :)