Quizás algún día
formemos parte de
la arqueología de la distancia
estudiada y ramificada
por todos aquellos
que fueron un precedente
y nosotros no conocimos.
Sólo los más valientes
serán dignos de mención.
Qué gran honor sería
leer en un ensayo académico
"Sus cartas
son
testigo diacrónico de la primera
década
del siglo veintiuno.
Obsérvese la caligrafía
grabada en lo que se conocía como papel.
Se observa un arquetipo básico
del género epistolar –
la carta se convertía
en una extensión de sus cuerpos
que confiaban al
ser amado."
Incluso quizás conserven
nuestros huesos
en una vitrina
chiquita
en diferentes museos.
Yo aquí, donde quiera que
esté
tú allí, donde quieras que estés
– sería contradictorio creer que nos
descubrieron enterrados
juntos.
creo que una vez enterrada preferiría no descubrir nada. pero sí, déjate, sería un gran honor.
ResponderEliminarLa mayoría de veces ocurre eso sí. El otro día me acordé de ti leyendo a debbie tucker green, una autora que tampoco hace uso de las letras en mayúsculas :)
EliminarLas reliquias sólo son otro de esos elementos protectores de identida que las personas necesitan. Admiro que se pueda escribir así, de este modo, de este tema. Esa facilidad.
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