Paradójicamente el no pronunciarlas causa el mismo efecto, pero entiendo tu postura. Rossi decía al respecto:
"Las palabras no pueden decir la verdad la verdad no es decible la verdad no es lenguaje hablado la verdad no es un dicho la verdad no es un relato en el diván del psicoanalista o en las páginas de un libro."
Tu poema pone en evidencia una vez más la verdad y la trampa implícita de las palabras. A veces lo mismo puede significarlo todo y a veces no significar nada. Da que pensar: esconderse del te quiero "de turno" de allí y del te amo "de verdad" de aquí.
Hay un problema con las palabras: es demasiado fácil acceder a ellas, valerse de su significado. Ya se sabe que se las lleva el viento.
ResponderEliminarParadójicamente el no pronunciarlas causa el mismo efecto, pero entiendo tu postura. Rossi decía al respecto:
Eliminar"Las palabras no pueden decir la verdad
la verdad no es decible
la verdad no es lenguaje hablado
la verdad no es un dicho
la verdad no es un relato
en el diván del psicoanalista
o en las páginas de un libro."
Tu poema pone en evidencia una vez más la verdad y la trampa implícita de las palabras. A veces lo mismo puede significarlo todo y a veces no significar nada. Da que pensar: esconderse del te quiero "de turno" de allí y del te amo "de verdad" de aquí.
ResponderEliminarojalá en estos temas del querer todo fuera tan reglado como en la semántica.
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