
Pasados seis meses de tu huida
todo campo brota: los tallos bien fuertes
ven cómo se entretejen flores en tu cabello.
Pasados seis meses de tu huida
nadie reconoce en ti el hierro de tu reinado:
por siempre deidad de vida, muerte
y resurrección me esconderé entre
arbustos y dejaré que los copos de nieve
cubran mis párpados.